La inflación crónica ha afectado a América Latina durante décadas, dando lugar a múltiples intentos de estabilización. Aunque los programas exitosos fueron ampliamente estudiados, pocos trabajos comparan estos planes con los intentos fallidos. En este artículo utilizamos la base de planes de estabilización de Palazzo, Rapetti y Waldman (2023) para estudiar qué factores incrementan la probabilidad de obtener una desinflación duradera, utilizando una metodología de PROBIT ordenado. El frecuente fracaso de los programas está relacionado con las condiciones económicas y políticas en las que se lanza: mayores balances fiscales y externos, una inflación más alta, mejores términos de intercambio y un mayor tiempo hasta las próximas elecciones aumentan las chances de éxito.